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BOHEMIAS Y CONTIENDAS

Bajo la luz radiante de la luna muerta

a mitad de una noche despejada

en una cantinucha de barriada

cabizbajo se embriagaba un bohemio…

Roberto Haza Rivas

 El Bohemio-1967



El término Bohemia aparece en el siglo XIX, se refleja en la obra de Henri Murger conocida como Escenas de la Vida Bohemia, sirviendo ésta de base para la ópera de Giacomo Puccini llamada «La Bohême». El término alude a una cultura en particular, esa identificada con los gitanos, que antiguamente fueron conocidos como «Bohemios», por haber llegado de la República Checa de la región conocida como La Bohemia, el cual fuera un antiguo reino de Europa central. En este contexto esa categoría se refiere a un modo de vivir y conceptualizar la vida, con valores diferentes a la de una sociedad sedentaria y burguesa. Los poetas mayormente se identifican con esa acepción, no en vano Don José Guillermo Vargas lo reivindica en su obra «De Bohemias y Contiendas».


Fueron los españoles quienes trajeron la cultura bohemia al Perú, al respecto Don Ricardo Palma escribió una obra denominada "La bohemia de mi tiempo", donde habla de los poetas como Arnaldo Márquez, Moncloa y Covarrubias, entre otros. Abraham Baldelomar, más conocido como el Conde de Lemos, solía frecuentar con sus monóculos y escarpines el Palais Concert, símbolo de la Bohemia de Lima del siglo XX. También se recuerda la Bohemia de Lima de los 50, en la Peña "Pancho Fierro" de Cecilia Bustamante, a la cual sabían frecuentar José María Arguedas y el poeta arequipeño Jorge Bacacorzo. Otros lugares fueron la Bohemia del 60 en Bar Zela, lugar al que acudía Sérvulo Gutiérrez; ni que decir de los sitios tan conocido como El Palermo de la Colmena o el Queirolo de Quilca, donde acostumbraba llegar el poeta Juan Gonzalo Rose. ¿Quién no acudió a esos sitios en los momentos más críticos de la sociedad limeña? Pero si de apetito se trata destacan las comilonas de los domingos en la Bohemia Chalaca del 800, a la cual acudían Siles, Lature, Benavides, Valdivia, Lupercio de los Ríos, incluso Manuel Gonzales Prada, entre otros. En esas tertulias ellos daban rienda suelta a su espíritu bohemio, leían sus obras, escuchaban música, hasta las nueve de la noche, pero los chalacos cerraban esas tertulias a media noche, cuando la luna adormitada se rendía a sus más profundas emociones. 


Como se aprecia los lugares bohemios siempre fueron los cafés, bares y tabernas populares, allí los artistas y escritores estimulados por la cafeína y el licor daban rienda suelta a sus ideas, en una contienda plural, enzarzados en convencer y hacer sentir que el mundo está hecho a la medida de sus razones. El viejo juglar sigue con su esencia cantábile, bajo los faroles de las emociones, en un didascálico juego de amar al amor, de amar y soñar, con un mundo mejor, apasionados por crear en medio de las contiendas de la vida.


Don Guillermo, como siempre, ha dado en el blanco, al denominar a su nueva producción DE BOHEMIAS Y CONTIENDAS, obra que tengo el grato placer de presentar esta noche, y sobre el cual el autor me ha permitido contribuir en su estructura y compilación, por lo cual le estoy eternamente agradecida, pero, sabemos que este trabajo conlleva las predilecciones del autor, mucho sudor y squerzos, dirá él.


Este trabajo es coherente con la cultura cíngara, porque como ustedes saben el bohemio odia permanecer en un lugar, busca la aventura, es amante del mundo, no pertenece a éste ni a otro lugar. En el amor deben ser igual, de ahí su misterio que a nosotras las mujeres nos encanta descifrar. Si no veamos a Don Guillermo andando por las avenidas del planeta, trajinando como loquillo, cargando a cuestas sus Revistas Olandinas, que acostumbra mayormente regalar. Ah! Esa deliciosa revista con su añejo formato de los 50. El poeta se adentra en las arterias de la vida porque sabe que lo esperan. Se cruza a diario por las callejuelas limeñas, con sus sandalias de cura de monasterio, hay quienes dicen que lo expulsaron del averno por ruidoso. Yo lo prefiero echando mariposas libres al viento.


Todos sabemos que al bohemio no le gustan las convenciones, siempre marcha a contracorriente, es una persona progresista; por eso, el título de esta obra refleja bien a Don Guillermo, ahí encontraremos sus más íntimos  secretos, es decir: «A confesión de parte…»; nos dirá que se pasó la vida sacudiendo, piedras, talentos y conciencias.


Por supuesto, debo confesar que en esta compilación yo tengo mi poema engreído: Pavana breve a tu cabello, porque me consta como elaboró esos versos, a vuelo de pájaro diría, aunque este es un pájaro un poco desplumado. Fue un día de sol radiante, cuando visitó mi oficina y tuvo la sensibilidad de apreciar los detalles de la caída de mi cabello largo y alborotado. Él se sustrajo un instante de esa realidad para imaginar que mi cabellera era una sierpe anonadada, un aleteo de chilalos, entre sedas y suspiros. Doy testimonio de esa actitud de bracero, quien con el talento en ristre nos ruega que registremos en un trozo de papel sus imágenes, las cuales discurren en su visión de hacedor y que con desesperación teme perderlas, pues la guillotina de la memoria siempre anda al asecho de todo creador.


Trozo de papel o mejor dicho un pedacito de arcilla en sus manos inquietas. Ese es el instante supremo para el poeta, un conquistador de la palabra reveladora. Es así como pude valorar como la imagen abstraída es eleva y trabajada en las dimensiones de la conciencia y emociones del vate. Trama poética que empieza su ruta espiralada, ascendiendo y descendiendo, hasta terminar conmoviendo al lector u oyente, transformando así la vida misma. No en vano Mario Presas cita a Sartre, otro gran bohemio, quien valoriza estas artes en los términos de llegar así mismo, veamos:

«Cuando uno vive, no sucede nada. Los decorados cambian, la gente entra y sale, eso es todo. Nunca hay comienzos. […] Tampoco hay fin. […] Y además, todo se parece. Esto es vivir. Pero al contar la vida, todo cambia. (Sartre, 1953:54)»


Es decir, el poeta realiza la acción de contar, recrea su pensamiento en el laboratorio experimental de su propia temporalidad. Hay  quienes dicen que se escribe para interpretar la vida, yo pienso que no se trata solo de interpretarla sino de transformarla, aprendiendo a transformarnos en ese proceso.


Quienes participamos en los festivales de CADELPO podemos evidenciar bien como este hombre (Dasein a decir de Heidegger), se regocija acicalando las almas inquietas de los pobladores, en las plazuelas de Bambamarca, Huari u otros lugares, en medio de goznes por el agua y la vida. Es decir, un Dasein que ha sabido construir su mundo en torno a la constante de producción literaria y promoción cultural.


Pero, este bohemio de personalidad multifacética, amante del piano y del acordeón,  preserva secretos: contienden en él las razones y emociones, ello se refleja en su producción artística; por eso, creí oportuno presentar lo mejor de sus poemas, algunos prólogos que acompasaron sus producciones. También se consideró una breve reseña biográfica, las cuales connotan sus distinciones y premios obtenidos en su largo trajinar, por supuesto, en la parte final del libro están sus trabajos narrativos, en su nueva faceta exploratoria.


En la parte inicial de esta compilación se coloca un homenaje elaborado a su persona en 1948 por Don Luis Suárez Galarza, dedicado al autor de esta obra, tiene como título «Autopsia a un inquilino de su locura», donde describe como ven sus amigos a Don Guillermo, leamos textualmente: /es un loco habitante/ errabundo noctámbulo/ semáforo de esquinas/ eterno juguete / visitante pretérito / músico ambulante / tocador de infaltables puertas / habitante de calles no abiertas /  soñador de vinos / un ojo en el mirar esquizofrénico / habitante de tercas soledades / un dedo / un espejo / un nuevo inquilino / un equivocado /  un paciente / un domador de sueños / un perro-elegante / un loco niño terco /.


Para la Maribelina Ruth Levy dirá simplemente que es un amigo, un ourobobos o un Lar envejecido. Alejandro Campos, da fe que un día le gritaron: incendiario, pirómano cultural, agitador, badajero de campanas, loco. Es decir, para nosotros sus lectores amigos, será todo lo que queramos que sea. Él simplemente seguirá en su ardua labor,  en contienda con el tiempo, nos hablará sobre: El beso de la flor, la Pavana rallentando entre tus muslos, y sobre una Danza de las manos. En su atrevimiento no presentará el Silavario elemental de Eros o sus Escarceos. En una esquina cualquiera Venderá un perro pardiblanco, entregará su Requiem para el viento. Y  nosotros cautivados, con una sensación extraña a la sombra de su pecho escucharemos su Didascálica, y contemplaremos como envía una Carta para Aura, en ella dirá que es una golondrina que olvidó la ruta de regreso…


Es decir, en el Tambor Exasperante de sus versos, con su coro de sátiros y bohemios que lo acompañan y lo incitan a viajar por el mundo, nos brinda esta nueva entrega, este Parpadeo agonizante, esta Luz que fuga, su Memoria de Espejo, su Comunión, su Boca. Todo ello, ofrendado en una sola obra su ANTOLOGÍA PERSONAL.


Nietzsche dice que el hombre es el único animal que puede prometer. Que este aeda nos prometa seguir ofrendándonos mucho más de sus creaciones épicas, gracias a la cual estamos hoy reunidos, compartiendo las alegorías de unos versos. Bienvenido sea DE BOHEMIAS Y CONTIENDAS al mundo de las seductoras e intrigantes producciones de Don Guillermo Vargas Rodríguez, más conocido como Pepe, por sus amadas y amados amigos, de bohemias y contiendas.




Mirian Caloretti Castillo


Perú, Lima, 07.02.2014.


 
 
 

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